Tinta Sangre ECS-UCV

Grupo de discusión, lectura de poesía y escritura creativa

21 enero 2007

Cárcel


Se sentía más que empañada en colores; mucho más que esas sensaciones comunes, sentía las punzadas en medio del pecho al solo pensar que podría estar lejos, o quizás, que podría estar donde la vista no daba ahora.
El mar, por ejemplo, podría tragar en su auge a media noche, aquella confusión. Podría este tragarla y escupirla días después para volver a la rutina con el rostro lavado. Quizás, solo quizás podría el alma arrastrarse con los cangrejos tomados de los lóbulos de la oreja derecha.
La sabana podría, con su viento puro y trasparente, volar su mente, botarla hacía lo más alto de los cielos conocidos y regresarla para abrir los ojos y contemplar, los mismos pies corriendo al mismo lugar de ahora, sin tener dentro de las sienes el calor de la agonía, de la incertidumbre, más bien de la resignación.
“¿Podría desaparecer?”. Quemaba sus pensamientos al compás de misma frase una y otra vez.
Así pasaban los segundos, los minutos e irremediablemente las horas dentro del cubículo de imágenes y sensaciones, que no pudo recordar del todo.
El mar, la montaña, el cielo y el sol, eran solo vagas ideas comparados con el vacío que representaban a sus ojos.
¡Pobrecilla! Y que quizás, solo quizás sepa ella un día, que la cárcel es su propio corazón.

Firma: Verdandi

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